Imagina que tu pasatiempo favorito se convierta en una leyenda de cuatro generaciones… que sea todo un éxito y que sea lo suficientemente rentable como para vivir el resto de tu vida. Esto fue lo que le ocurrió a Federico Villegas Cortez en el ya remoto 1939 con la nevería Adiós tú, presumida.
Federico Villegas era un jóven que trabajaba de obrero pero en sus ratos libres elaboraba nieves de cuatro sabores: limón, flor de nata, vainilla y rompope. Y los vendía en el Jardín Cuauhtémoc o Alameda de Toluca en un carrito pintado de color blanco enfrente de lo que ahora es el Gimnasio Agustín Millán y posteriormente frente al edificio del Issemym.
Con el paso de los años, se instaló en un local en el costado poniente de la Alameda de Toluca, en el cual permaneció durante 30 años… Porque en septiembre de 2013 la nevería Adiós tú, Presumida, fue reubicada en la Plaza Gastronómica que lleva por nombre Amador López, a un costado de la Alameda.
Sabores de tradición
Cotidianamente la nevería ofrece 15 sabores diferentes, y en temporada alta hasta 30 distintos sabores forman el menú, entre los que destacan mamey, higo, cereza, zarzamora, plátano, pistache y naturalmente los sabores que le dieron originen: limón, flor de nata, vainilla y rompope.
En diciembre de 2014, el gobierno municipal de Toluca entregó el Jardín Cuauhtémoc remodelado y con ello, también un local específico para la nevería.
El peculiar nombre que tiene la nevería tiene una significativa historia: Federico Villegas era un hombre de clase media que vendía helados como pasatiempo, y en tiempos de 1939 estaban muy marcadas las clases sociales. Era fácil distinguir un hombre de clase alta y uno de clase media o baja. En ese entonces, la que fue su esposa, la joven Francisca pasaba junto al carro de nieves y Federico, para llamar su atención le decía: «adiós tú, presumida» y desde entonces así decidió llamar a su negocio.
El pasado 30 de abril la nevería cumplió 76 años de existencia y 30 en la Alameda de Toluca, ofreciendo sus sabores tradicionales y la especialidad de la casa que es la nieve de flor de nata.
Su calidad y sabor es tan significativo, que han tenido pedidos de sabores poco comunes para imaginar en una nieve, como el sabor a camarón, nopal, chicharrón y mole verde.
Un bote de 18 litros se puede preparar en tan sólo una hora, y los sabores que contienen algún tipo de licor, requiere un poco más de tiempo.
La nevería actualmente le pertenece a Roberto Villegas, hijo de Federico, y se encuentra abierta en un horario de 11 de la mañana a 9 de la noche los 365 días del año.